500 Informes Mensuales
Con este Informe Mensual celebramos los 500 números desde el nacimiento de la publicación en enero de 1980. Han transcurrido 45 años y cinco meses en los que se han publicado 11 números por año (solo paramos en agosto) con un mismo objetivo desde el comienzo: acercar de una forma didáctica al lector la realidad económica de cada momento, tanto la parte más coyuntural como aquellos temas de fondo de tipo más estructural.

En cierta medida, el IM hizo suyas las palabras del profesor Enrique Fuentes Quintana en una conferencia de noviembre de 1979: «un ciudadano demócrata responsable es aquel que sabe elegir sobre la base de una información acertada y mi propósito, por lo tanto, va a ser simplemente tratar de informar a quienes me escuchan de cuáles son las coordenadas dentro de las que se mueve la crisis económica para que cada uno tome las decisiones que su libre sentido de la responsabilidad y la libertad le aconseje». Nos gusta pensar que el IM pone su granito de arena para que se tomen mejores decisiones.
Han sido 500 números durante un periodo en el que se han producido grandes eventos económicos y enormes cambios. El IM ha sido testigo de la entrada de España en la Comunidad Económica Europea, la creación del euro, la burbuja inmobiliaria y las consecuencias de su pinchazo, la Gran Recesión tras la quiebra de Lehman Brothers, la crisis de la deuda soberana europea, la COVID-19, el shock energético provocado por la invasión de Ucrania y, ahora, de la crisis arancelaria provocada por la Administración Trump. No nos han faltado, ni nos faltan, grandes temas. Durante este tiempo, la población española ha crecido un 30%; el empleo, un 76%; el PIB en términos reales, un 160% (2,2% de promedio anual) y el IPC se ha multiplicado por seis. Afortunadamente, la inflación ha dejado de ser un problema crónico de la economía española. Desafortunadamente, la productividad sigue siendo un desafío pendiente.
También ha cambiado mucho la forma en la que trabajamos para preparar el IM. Hace 45 años, los economistas del Servicio de Estudios de ”la Caixa” recibían la información económica de los organismos oficiales por correo postal, o por fax en el mejor de los casos, información que llegaba con mucho desfase temporal, pero que se analizaba con el máximo rigor y con las herramientas disponibles entonces. Hoy en día, el INE publica en internet su primera estimación del PIB apenas cuatro semanas después del cierre de un trimestre. Y además de los datos oficiales, podemos utilizar los datos internos, anonimizados, para tratar de entender en tiempo casi real qué está sucediendo en nuestra economía. Internet, el big data y otros avances nos han permitido mejorar enormemente la productividad. Es un buen ejemplo para ilustrar que las mejoras tecnológicas no necesariamente conllevan la destrucción de empleo. Si estuviéramos haciendo lo mismo que nuestros colegas de 1980, podríamos ser muchos menos en el equipo, pero la mejora de la productividad ha permitido expandir los análisis y las tareas a las que nos dedicamos.
Cumplimos 500 y queremos cumplir 500 más. En estos próximos 500 números, nos gustaría poder explicar que, al final, el shock de Trump sobre el comercio internacional no fue tan grave como podía haber sido; que la UE se tomó en serio los informes de Draghi y Letta e hizo cambios que impulsaron un mercado verdaderamente único y su competitividad; que la productividad de la economía española acabó despegando después de una serie de reformas que fortalecieron el capital humano, promovieron el crecimiento del tamaño medio de las empresas y mejoraron la eficiencia y eficacia de las Administraciones públicas; que España fue capaz de construir suficientes viviendas para facilitar su acceso a todos los segmentos de la población; que supimos gestionar a tiempo el enorme desafío que supone el descenso de la natalidad y el incremento de la longevidad; que la lucha contra el cambio climático consiguió evitar los peores escenarios; y que la inteligencia artificial contribuyó a una mejora del bienestar general sin que tuviera los efectos que algunos temían sobre la desigualdad. Seguramente no se cumplirán todos estos deseos, pero lo que sí que podemos prometer es que intentaremos seguir tratando todos estos temas con el máximo rigor.
Por último, varios agradecimientos son pertinentes. A todos los equipos que en CaixaBank o ”la Caixa” han contribuido a estos 500 IM. A todas las personas de nuestra entidad que, a lo largo de la historia, han confiado en el Servicio de Estudios e impulsado nuestras publicaciones externas. Y, por descontado, a nuestros lectores, por su fidelidad y por su exigencia, lo que nos ayuda a ser mejores. A todos, muchas gracias.
Y, ahora, a por 500 más.